ÑAÑA by Isleña Antumalen

ÑAÑA ESP
Muchas de las canciones de Isleña cuentan con varios estribillos encadenados. Nerviosos in crescendo que en medio del sudor y la humedad desatan un torbellino de pensamientos que aprietan las sienes y el estómago: otra vuelta de tuerca a un coctel de estilos que les queda como un guante: rap, dembow, soul o dub. Y el resultado son piezas como “Maki”, “Naña Descoloniza tu belleza”, “Poleo” o “KO”, que recuerdan a Lauryn Hill, a Chelsy y hasta Fela Kuti. Uno podría alimentar la impresión de que están intentando ofrecerte un collage de sones y compases, pero en realidad se trata de un puzle en toda regla: electrónico, sincopado y épico.
Isleña tiene eso que de antiguo se llamaba entendimiento y aquí llamaremos clarividencia. Un ágil, atractivo, léxico intercultural trufado de neologismos en el que amalgama de forma atrevida y con total naturalidad vocabulario mapuzungun y español consiguiendo que derive en nuevos ritmos y temas altamente magnéticos. Versos certeros que ni sermonean ni adoctrinan, simplemente muestran su verdad. El fruto es un sonido poliédrico que pervierte tradición y modernidad de un modo que parece improvisado, no exento de reflexión, pero sobrado de Flow y de duende y que se puede bailar.
Y desde el 2021, Isleña ha venido gestando “Ñaña”, que será su primer álbum (Everlasting, 2024). Ñaña es la voz mapuzungún con que las mujeres se refieren con cariño, algo así como “hermana”. De hecho, una de sus primeras canciones formará parte de este debut: "Ñaña descoloniza tu belleza". A través de un originalísimo cóctel de reggaetón, jazz, hip hop y ritmos festivos (de esos que hay que tomarse muy en serio), va soltando frases sobre sexo, descolonización y la reivindicación de la mujer indígena. En todos los rincones del disco Isleña busca fortalecer y ser fiel a su esencia de habitar un territorio williche por medio de la música, y a la vez suscitar conciencia y amor por la naturaleza y su civilización ancestral, poniendo sobre la palestra cantos de celebración femenina de fuerte repercusión social y política. En toda esta ola de creatividad hay un marcado y constante espíritu punk, aunque debamos cambiar los fanzines en blanco y negro por Instagram, y su impacto, aunque sea inmediato, también pueda almacenarse en la Nube.
Hace casi dos décadas, en una de las viñetas del New Yorker un padre le decía a su esposa mientras observaban como su hijo hacía equilibrios en un balancín: “aparentemente su amigo imaginario tiene más o menos el mismo tamaño y peso que él”. Para algunos privilegiados, ese amigo invisible es el talento, que a Isleña le sobra (y lo sabe, no sin cierto vértigo). Talento para componer, para interpretar, para sorprender, para hacernos ver su esencia, y para tender puentes y abrir ventanas, ensanchar vórtices que ayuden a expresarse a todo un pueblo.
Y eso es lo que sucede precisamente con “Naña”, este puente, ese vórtice, esa ventana entre la Nación Mapuche, Chile y España en forma de un álbum tan ecléctico como compacto, tan autóctono como universal. Como suelen ser las cosas que damos por buenas y verdaderas. E
ÑAÑA ENG
Many of Isleña’s songs involve a series of interlocked choruses. Progressively building up with a sweat and an energy to unleash a whirlwind of sensations that tighten the temples and hit you in the guts: twist after twist in a cocktail of styles that somehow fit together like a glove with shades of rap, dembow, soul and dub. A musical mélange of songs like “Maki”, “Naña Descoloniza tu Belleza”, “Poleo” and “Ko”, reminiscent at times of artists as diverse as Lauryn Hill, Chelsy and even Fela Kuti. While this could easily end in a disjointed collage of sounds and beats, in fact the pieces of the puzzle link perfectly to produce a mix at once electronic, syncopated and epic.
Isleña possesses what critics used to call musical understanding, but pure instinct is probably a better term. Her vocals waver through a daring yet inherently natural mix of Mapuche and Spanish, an intercultural lexicon of phrases (or neologisms) that generate exciting new rhythms and magnetic songs packed within sightful verses that never attempt to sermonize or preach to the listener, but simply tell the truth. The result is a multi-layered sound that subverts both tradition and modernity in a way that might seem improvised, even reflective, yet brims with an infectious groove and spirit made for dancing.
Since 2021, Isleña has been steadily perfecting the collection of material for “Ñaña”,her upcoming debut album (Everlasting, 2024).‘Ñaña’ is an affectionate term used by Mapuche women-equivalent to ‘Sister’. In fact, one of her earliest songs "Ñaña descolonizatu belleza" will be included among the tracks. Over a distinctive and original cocktail of reggaeton, jazz, hip-hop and carnival rhythms (the serious kind), it addresses themes of sexuality, decolonization and liberation for indigenous women. A joyous but meaningful record that highlights the contemporary Mapuche Huillice experience via the medium of music, while promoting a love of nature and an awareness and respect for her ancestral roots, delivering songs of female celebration with strong social and political overtones. Underneath it all, her music maintains elements of a true punk spirit-although perhaps we now need to exchange grainy black and white fanzines for Instagram, with an immediate impact that can also be stored on the Cloud
Tracklist
1. | KO | 2:48 |
2. | Poleo | 3:05 |
3. | Mija | 2:41 |
4. | Cumbia de chicha | 3:22 |
5. | KUME ENERGY | 3:42 |
6. | Maki | 3:31 |
7. | Wallmapu sin carnet | 4:10 |
8. | Ñaña descoloniza tu belleza | 5:39 |
9. | Ke Amor | 3:04 |
10. | Miel | 3:26 |
Videos
Credits
License
All rights reserved.
Isleña es rap, dembow, pero sobre todo, es la actitud punk llevada al mainstream a través de los ojos de Antumalén, quien no teme usar el arte como herramienta de cambio.
Isleña is rap and dembow, but above all, it is punk attitude brought to the mainstream through the eyes of Antumalén, who uses art as a tool for change.